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Las nuevas comisiones y condiciones bancarias constituyen unos instrumentos mediante los que las entidades financieras tratan de sobreponerse a una coyuntura económica que no resulta la más halagüeña para sus líneas de negocio.

A continuación, se desgrana el contexto que ha llevado a los bancos españoles a plantear nuevos requisitos a sus clientes.

Una situación compleja y empeorada por la pandemia

En primer lugar, hay que señalar que los bancos, en el marco de sus políticas de mejora y ampliación de los volúmenes de negocio, suelen recurrir a las comisiones cuando sus actividades habituales no les están proporcionando el rendimiento esperado.

Por consiguiente, la comisión supone un cobro que se añade a estos cauces frecuentes para obtener dinero que no estaban dando los resultados deseados. Son abonos que se pueden solicitar al cliente por diversos conceptos.

Conceptos como el mantenimiento de una cuenta corriente o una tarjeta de crédito, la realización de transferencias u otras operaciones, la apertura de una nueva cuenta, la cancelación de un depósito antiguo, etc.

Tipos de las comisiones

Los tipos de las comisiones son amplios y diversos. Pueden ser cobradas, prácticamente, por cualquier servicio que preste el banco. La fijación de su coste tiene que ver con los fondos mediante los que el banco desea suplir las pérdidas o carencias de ingresos.

En este sentido, también se emplean diversos requisitos, los cuales suelen asociarse a exigir una mayor vinculación del cliente con la entidad. Por ejemplo, a través de las domiciliaciones de las nóminas, la venta cruzada de otros productos financieros o la aportación de unos capitales iniciales.

La política de tipos de interés al 0 % del Banco Central Europeo restaba posibilidades de ganancia, por lo que las entidades de crédito españolas ya estaban introduciendo a principios de 2020 políticas comisionistas.

Sin embargo, por motivos de empatía con los clientes y responsabilidad social corporativa (RSC), algunos de estos bancos decidieron congelar estas medidas hasta que pasara la crisis provocada por la COVID-19 o sine die. Hay que tener en cuenta que numerosos clientes estuvieron directamente afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

También hay bancos que han apostado por reanudar, una vez instaurada la que se conoce como nueva normalidad, estas estrategias que buscan propiciar una mayor vinculación del cliente. Las van a poner en práctica, a modo de parches, en una coyuntura caracterizada por una contracción económica generalizada.

Nuevas comisiones y condiciones bancarias

De todas formas, es con ejemplos prácticos como mejor se comprende de qué manera ha reaccionado cada entidad crediticia frente a este complejo contexto. En las siguientes líneas se aportan algunos casos paradigmáticos.

CaixaBank

Ha aplazado hasta el 1 de octubre la necesidad de vincularse, con más servicios y sin pagar por ellos, a su programa Día a Día, el cual iba a comenzar a aplicarse el 1 de abril. Quienes no se adscriban a dicho programa han de pasar a abonar 240 euros al año (por las mismas condiciones de la Cuenta Family, producto estrella que era ofrecido por 60 euros).

Unicaja

El 1 de septiembre se van a reanudar las comisiones de entre 60 y 84 euros que habían sido diseñadas para los clientes con una menor vinculación. A las domiciliaciones de los recibos y las nóminas y la exigencia de un gasto mínimo en las tarjetas, que Unicaja comparte con CaixaBank, la entidad nacida en Andalucía suma, como requisito, la suscripción de una póliza de seguro o mantener un saldo mínimo de 6000 euros.

Bankia

Esta entidad también optó por un incremento de las condiciones. En este caso, para lograr la gratuidad de la Cuenta Fácil. Los que se ajustaran a sus nuevas condiciones en febrero, aunque ya no las cumplieran en marzo, no pagarían unas comisiones más altas. De momento, esta decisión ha sido mantenida.

Abanca

La modificación de su programa Cero Comisiones se aplazó de marzo a junio y los requisitos para el acceso a los productos gratuitos han sido endurecidos. Por otra parte, al igual que en el caso de Bankia, su Cuenta Clara, de operaciones onlinesigue siendo de mantenimiento gratuito.

Santander

Este banco había suprimido su Cuenta 1,2,3 y subió las comisiones anuales, de 96 a 144 euros, a quienes no cumplieran los requisitos de su Cuenta Zero 1,2,3. A causa de la crisis del coronavirus, dejaron de solicitarse estas comisiones, pero ya han vuelto a ser reimplantadas.

Bankinter

Su Cuenta Nómina. considerada el producto estrella de la entidad, no ha sufrido cambios debido a la pandemia. Los clientes han podido seguir manteniendo las condiciones más provechosas: el 5 y 2 % TAE, respectivamente, en el primer y segundo año. Se les han respetado incluso aunque no hayan conseguido mantener la domiciliación de una nómina que superara los 1000 euros mensuales.

En definitiva, las nuevas comisiones y condiciones bancarias se revelan como instrumentos útiles mediante los que los bancos tratan de afrontar con una mayor solvencia unas expectativas complicadas.

Imagen | Pixabay