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La jornada laboral de cuatro días en España es una medida inédita en este país cuya viabilidad queremos analizar en este artículo. La pandemia de covid-19 ha provocado numerosos cambios en el mundo laboral y económico. Como consecuencia, todo el tejido empresarial debe adaptarse para hacer frente a las dificultades.

¿En qué consiste la propuesta?

Como su propio nombre indica, se trata de trabajar cuatro días a la semana y librar tres. Aunque esta medida siempre ha sido vista como inalcanzable, la situación actual es idónea para poner en práctica grandes cambios estructurales que, a medio plazo, sean una fuente de beneficios productivos, económicos y laborales.

Casos de éxito que avalan la propuesta

Si bien esta práctica aún no se ha extendido ampliamente en España, ciertas empresas de otros países ya han realizado periodos de prueba. De esta forma, han podido demostrar los indudables beneficios que aporta.

En primer término, Microsoft implantó esta semana reducida entre 2018 y 2019 para 2000 de sus trabajadores en Japón. Así, los empleados acudían a su lugar de trabajo de lunes a jueves. Como consecuencia, las ventas aumentaron un 40 %, mientras que el gasto en electricidad descendió un 32 %.

Nueva Zelanda, por su parte, es otro de los grandes defensores de esta innovación. Perpetual Guardian, una compañía dedicada a la gestión de propiedades, comenzó a llevar a cabo su jornada de 32 horas. Los resultados fueron sorprendentes, pues se redujo el absentismo y se incrementaron la productividad y la puntualidad.

¿Es posible su implantación en España?

Este país tiene la peculiaridad de ser uno de los más tradicionales en lo que a materia laboral se refiere. La presencialidad (frente al teletrabajo) y la jornada de 40 horas siguen siendo prácticas consideradas inamovibles por las autoridades y la patronal. Sin embargo, cabe destacar que la media de horas trabajadas actualmente es de 36.

Sin embargo, quienes se muestran más pesimistas argumentan que, dado que la legislación española es muy flexible, el impacto no sería tan alto como en otros países. A su vez, exponen que una economía dedicada al sector servicios no es tan fácilmente adaptable como otras más industrializadas.

Cabe destacar, de igual manera, que el acuerdo firmado por los dos partidos políticos en el Gobierno antes de la investidura arroja luz sobre su postura. En este sentido, hacen referencia a la necesidad de establecer un pacto que promueva la racionalización de los horarios. No trataban en sí la jornada reducida, pero es una primera aproximación.

Ventajas de la jornada laboral de cuatro días

En esta sección se determina si realmente esta práctica tiene futuro en este país, teniendo en cuenta los beneficios que ello conlleva.

Alternativa a los ERTE

Una de las grandes problemáticas que se avecinan es la conclusión de los ERTE, pues las autoridades laborales están tratando de evitar que se conviertan en ERE. La reducción de jornada, por tanto, es una alternativa correcta, algo que ya están planteando en Bosch para evitar el despido masivo.

Fácilmente adaptable

Claro está que no todos los negocios pueden implantar este sistema siguiendo el mismo método. Por ejemplo, en la industria aún se cobra por horas, por lo que habría que estudiar detenidamente cómo llevarlo a cabo. Algunas empresas han optado por establecer turnos rotatorios que no superen los cuatro días semanales.

Verdadera conciliación

La conciliación sigue siendo la tarea pendiente de los negocios. De acuerdo con los expertos, dos días de descanso a la semana son suficientes para reponer energías. Sin embargo, ¿es eso tiempo libre? Se entiende por esto último las horas dedicadas a la familia, los amigos y las aficiones. La única forma de garantizarlo es disfrutar un día adicional de desconexión.

Mejora de las condiciones laborales

La salud es, igualmente, otro de los grandes beneficiados de esta innovación. En el caso de trabajos con carga física, los empleados permanecen menor tiempo en el espacio de trabajo, lo que se traduce en un menor desgaste y una disminución de la tendencia a problemas de salud a largo plazo.

Aumento de la productividad

La motivación del personal es una de las consecuencias más positivas. Al tener más tiempo para descansar y comenzar su fin de semana el jueves en lugar de ser el viernes, no se siente tan sobrecargado. De esta forma, se reducen el absentismo y la impuntualidad, dos aspectos que hacen a un negocio perder dinero.

En definitiva, la jornada laboral de cuatro días en España es una práctica que, aunque a corto plazo no es tan fácilmente implantable, muestra suficientes ventajas como para ser estudiada. La economía española, como la mundial, atravesará grandes cambios para revertir las pérdidas ocasionadas por la crisis futura. Por ello, este podría ser el momento idóneo para llevar a cabo cambios estructurales que perduren durante las próximas décadas.

Fuente Imagen | Pixabay