El deseo de llegar a dirigir una empresa solidaria está presente en el interior de muchos dueños o gestores de compañías. Frente a esta realidad, la legislación española recoge ciertos métodos para alcanzar tal objetivo sin necesidad de hacer frente al pago de ningún elemento extraordinario, sino sencillamente realizando las declaraciones de impuestos habituales.
Con tal de que esta cuestión quede aclarada, va a dedicarse el presente artículo a llevar a cabo la explicación de la forma en la que, efectivamente, puede dirigirse una empresa comprometida con los más vulnerables sin hacer cambios en el pasivo de esta.
¿Cómo ser una empresa solidaria a coste cero?
Desde el día 1 de julio del presente año, toda aquella entidad que presente el Impuesto de Sociedades marcando la casilla específica de Empresa Solidaria no tendrá que hacer frente a ninguna clase de coste y, sin embargo, podrá contribuir con su recaudación de manera directa a la mejora de las situaciones de las personas más vulnerables. Esto, de manera evidente, es especialmente relevante tras el año de pandemia.
En este sentido, ha quedado incluida una casilla similar a la de los Fines Sociales de la Declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, pero en este caso en el seno del Impuesto de Sociedades. Así, aunque es cierto que esta casilla ya existía previamente, antes sí tenía un coste directo para la empresa. Sin embargo, debido a las circunstancias especiales, el gobierno ha decidido que puede destinarse ese 0,7 % del impuesto que sí o sí ha de pagarse, sin necesidad de incrementar en un solo euro el coste para la empresa.
Se estima que esta medida acabará recaudando más de 100 millones de euros, pues es muy sencillo marcar esa casilla, no tiene ningún coste y, sin embargo, supone una enorme ayuda a la creación de condiciones que mejoren la vida de los más vulnerables.
Así, lo cierto es que los fondos no serán directamente entregados a las personas necesitadas, sino a proyectos sociales bien organizados que se dedican a atender los problemas de los sectores más vulnerables de la sociedad, que debido a la pandemia son cada vez más numerosos. Se luchará así contra el hambre, la marginación, la soledad, la enfermedad, la falta de cohesión e integración social y, en definitiva, contra todas aquellas situaciones que atentan contra la dignidad de las personas.
En conclusión, ya ha podido verse la manera en la que una compañía cualquiera puede llegar a convertirse de forma efectiva en una verdadera empresa solidaria, y todo ello sin necesidad de hacer pagos superiores a nadie. El camino es sencillo, el coste es nulo y la decisión, por supuesto, se encuentra dentro de cada individuo.
Fuentes de referencia:
https://www.expansion.com/economia/2021/06/27/60d83700e5fdea595f8b462f.html
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